Blog dedicado a todos los amantes de la pesca
siempre captura y suelta

lunes, 17 de junio de 2013

Embalse de La Pinilla 16 junio 2013

Por fin iniciamos la temporada, la verdad es que mucho nos hemos hecho de rogar, pero al menos ya estamos metidos en faena. Decidimos ir esta vez a Pinilla por un lado porque hacia muchísimo tiempo que no íbamos y casi siempre nos había dado buenos resultados y por otro por la cantidad de agua que debía tener despúes del invierno/primavera que llevábamos.
A las 5,45 estábamos en marcha dirección Buitrago de Lozoya, llegamos al bar una hora después y nos tocó esperar a que llegara el dueño. A las 7,15 y después de los correspondientes desayunos y permisos nos dirigimos a nuestro sitio preferido, ese que solo nosotros y el gran Javier conocemos.

Habíamos sido los segundos en salir de la cafetería asi que estábamos casi convencidos de que no habría nadie, pues no, nos quedamos de piedra cuando al llegar a la zona vimos dos pescadores...
ah! eran de esos a los que no se les entiende.. ya me entendeis (me hubiera gustado saber donde habían sacado estos individuos sus permisos).

Enfin, después del disgusto intentamos ponernos por la zona pero tenía tanto nivel de agua que era casi imposible encontrar un lugar donde poder lanzar, así que recordamos una zona a la que se llegaba desde el mismo pueblo en la  que habíamos estado ya y era bastante buena, nos dirigimos hacia allí y tras aparcar el coche tomamos los bártulos. El lugar es magnífico sobre todo porque con tanta agua es difícil encontrar sitios donde ponerse sin ramas, árboles hundidos o vegetación, la zona en cuestión tiene de dos a tres metros profundidad y te ofrece muy buenos puestos, lo malo es el sol que como azote te cae justo delante.

Comenzamos a preparar las cañas para veletear ya que siendo un coto truchero y aunque llevan un par de años sin repoblar, las normas son las normas y hay que respetarlas, ójala hubieramos podido utilizar nuestras queridas cañas de feeder, pero no, aqui nada de engodos. esta vez llevabamos lombriz, maiz y gusano blanco y rojo, éstos últimos fueron los que nos dieron las pescatas, la jornada fué muy divertida y durante mucho rato las picadas fueron constantes eso si, muy suaves, había que tener mucho tino ya que aparte de los cansinos percasoles, las boguitas y los carpines estabán rondando el cebo y los toques eran muy sutiles.

En cuestión de un par de horas mi socio Jose y yo sacamos un par de boguitas, no se cuantos percasoles, un carpín y una carpa que rondaría los dos kilillos.

Solo fueron dos horas porque a partir de ese momento comenzó a correr un aire muy molesto que parece se llevó los peces de la zona, así que después de una hora sin picadas y con el sol dándonos de lleno decidimos recoger y volver para casa con una buena sonrisa ya que la temporada había comenzado con buen pié.