Teníamos muchas ganas de volver a La Pinilla después de octubre ya que esta fue la última vez que lo vimos Jose y yo y estaba bajísimo... daba mucha pena verlo así.
Llegando a Lozoya ya vimos en pantano, estaba lleno y precioso...
Esta vez los permisos había que sacarlos en la plaza del ayuntamiento...
tras sacar los susodichos con sus correspondientes cafes con bollos para calentar los 0 grados que marcaban los coches nos dirijimos los cuatro (ya empezamos a parecer una asociacion de pescadores... a ver si dura mucho y Rafa no se nos viene abajo..je. je..) a la zona que más nos gusta del embalse, nada mas pasar el pueblo de Pinilla al lado del puentecito.
Había un par de pescadores, asi que nos pusimos un poco más alejados del puente, pero en un buen sitio, lo primero que vimos es que llevaba mucha corriente, cosa que supongo que para mayo y junio disminuirá y será mas cómodo pescar, lo segundo fue que no se veía actividad en la superficie, demasiado frío, alli eso es fundamental.
Montamos las cañas, cebamos un poco y lanzamos las veletas, despues de unas dos horas sin picadas por ningún sitio decidimos poner un par de ellas a fondo mientras que otras dos probaron cucharillas pero nada, hoy no era dia de pesca en Pinilla, era dia de admirar el paisaje y poco mas...
a las 4 horas decidimos recoger los trastos.
Pinilla necesita tiempo, hasta mayo no nos volverá a ver... al menos nos llevamos la alegría de verle lleno de agua y en un paraje como siempre precioso.
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