después de varias salidas fallidas y trás las noticias que nos habían
llegado de la captura de bastantes lucios últimamente.
A eso de las 7,30 Jose, Rafa y un servidor estábamos tomando el pertinente
café en el bar El sol de Guadalix.
Después de sacar los correspondientes permisos nos dirigimos a una zona que la última vez que visitamos estaba casi inundada (esta vez el agua habia bajado un poco y se podía acceder a distintas zonas).
Cuando llegamos a la orilla el tema seguía como la vez anterior: el nivel muy alto y multitud de ramas, arbustos y maleza asomaban por todas partes.
Una vez elegida la zona, (la mejor, una recula con muy buena pinta, estaba ya ocupada) decidimos montar un par de cañas a fondo con cebadores y tentar los lucios con las de dos tramos.
Lo previsible se hizo realidad y al poco tiempo de empezar a lanzar comenzamos a sufrir enganches y perdidas de aparejos, nos movíamos de un lado al otro pero nada y después de un par de horas de enfados y cambios de artificiales decidimos parar y dejar la pesca del lucio para otra ocasión y sobre todo en otro lugar mejor.
Así que montamos otra caña a fondo y esperamos algún toque que nos alegrara la mañana... cuando estábamos medio distraídos con el percance de un pescador que había venido a pedirnos ayuda (se había clavado una potera de muy mala manera en un dedo) la caña de Jose empezó a soltar línea, corriendo la agarramos y al poco una bonita carpa de un kilillo mas o menos nos alegró en parte la nefasta jornada.
Tras esta captura esperamos alguna picada más pero no hubo suerte y al rato recogimos los trastos y volvimos para casa.
Solo un consuelo, en la recula salieron varios lucios, haberlos hailos.
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